1/3/14

Entre dos mundos, Prólogo




Todo empezaba otra vez.
La casa que tenía delante era la misma que se le repetía noche tras noche en sus pesadillas. Miró a su alrededor y logró ver donde se encontraba. Era un pequeño vecindario de pueblo, donde casi todas las casas eran iguales salvo porque cada una era de un color diferente. Pero la casa que tenía delante tenía algo que la hacía sentirse aterrada. Sabía que aquella casa escondía algo, y no estaba del todo segura de querer descubrir el misterio.
Mia ya no lograba saber si todo le era tan familiar de las veces que lo había visto en sueños, o porque realmente había estado alguna vez en aquel lugar. El miedo empezó a correrle por las venas, intentó huir pero sus piernas no le respondían, intentó gritar para pedir auxilio pero su voz había desaparecido por completo.
Es entonces cuando notó una presión, como si alguien mil veces más fuerte que ella la agarrase por detrás para que no se pudiera mover. Como si alguien la sostuviese en esa misma posición, para que no pudiera apartar la vista de aquella casa. Pero detrás de ella no había nadie, estaba totalmente sola en aquel lugar. ¿Qué le estaba pasando?
Buscó algo con lo que poder ayudarse, alguna escapatoria, alguien que estuviera viendo aquello y pudiera acudir en su ayuda, pero nada, la calle parecía estar completamente vacía. Sólo entonces se dio cuenta que no muy lejos de ella había un hombre encapuchado. Por lo poco que logró ver, pudo distinguir que se trataba de un hombre mayor con aspecto cansado, pero no logró ver del todo bien sus rasgos. Intentó llamar su atención pero él no pareció darse cuenta, en ningún momento miró hacia su dirección, parecía bastante concentrado en algo. Mia gritó pidiendo auxilio pero aquel hombre parecía no escucharla, nadie acudía en su ayuda. ¿Cómo podía ser así?
Aquel hombre misterioso no apartó en ningún momento los ojos de la casa, avanzó seguro hacia la puerta y cuando Mia creyó que iba a entrar, se paró en seco.  Se quedó quieto un momento, y de repente todo se volvió borroso. De la nada empezaron a brotar llamas de la casa, el hombre seguía inmóvil en la puerta, y todo se volvió muy confuso.
Se escucharon gritos y llantos, los vecinos sorprendidos por el espectáculo que ofrecían las llamas salían de sus casas y empezaron a aglomerarse en la calle, pero ninguno parecía darse cuenta de que Mia estaba allí también.
Cuando esta empezó de nuevo a luchar contra el agarre, se percató  de que el hombre misterioso estaba a su lado, a tan solo unos centímetros de ella. Mia no pudo alejar los ojos de él, pero él solo le prestaba atención a la casa. Lo único que logró ver Mia por el reflejo que provocaba el fuego en su rostro fue una sonrisa, la sonrisa más diabólica que había visto nunca. Lo que hizo que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo.
El hombre estaba disfrutando con lo que estaba viendo.
Mia paralizada observaba como el hombre se marchaba tranquilamente mientras se reía a carcajadas. Esa risa volvió a despertar a Mia en su lucha contra aquella presión, pero nada de lo que hacía daba resultado.
¿Qué estaba pasando? ¿Quién era ese hombre? ¿Qué hacía en aquella casa?
De repente todo el ruido desapareció, era como si de la nada todos se hubieran callado. Pero Mia vio como la gente seguía hablando pero por mucho que se esforzaba, ella ya no los podía escuchar. El cuerpo de Mia empezó a temblar del miedo, cuando notó que aquella presión que la mantenía inmóvil se aflojó.
Empezó a correr sin ningún rumbo fijo por la calle, lo único que quería era salir de ahí lo antes posible, cuando la vio. Estaba parada en frente suya, con la mirada fija en sus ojos.
Ella otra vez.
“Tienes que ayudarme, solo tú puedes hacerlo. No puedes seguir huyendo.”
Más que una súplica, aquello parecía una orden, que debía cumplir sí o sí.

2 comentarios:

  1. Siempre he creído que el prólogo es uno de los puntos más importantes de una historia, porque al menos a mí es lo que me engancha al libro. Y la verdad es que este está muy bien, confuso hasta cierto punto, pero eso mismo te da curiosidad por seguir leyendo. Voy para el capítulo uno ahora mismo.

    ¡Muuuak! :)

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    1. Pues si yo pienso igual que tu el prologo es bastante importante porque suele decir por donde irá la trama, yo esperaba eso que la gente que lo leyese quisiera saber mas :D
      Muchas gracias por comentar!! Muchos besitos :D

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